Las ciudades juegan un papel clave en el logro del desarrollo sostenible. La urbanización está creciendo rápidamente y más del 50% de la población mundial vive ahora en áreas urbanas y, casi el 70% lo hará en el año 2050. Esta presión en las ciudades y territorios hace que la transformación digital y la innovación tecnológica sea un elemento clave para impulsar su desarrollo e identificar las oportunidades que la urbanización genera. Cuando está bien planificada, la urbanización se asocia con una mayor productividad, más oportunidades y una mejor calidad de vida para todos.
Los avances en tecnología mejoran la productividad y la prosperidad de las ciudades, ya que facilitan la innovación, la eficiencia y la prestación de servicios eficaz. Estas innovaciones pueden contribuir a hacer que las ciudades y territorios sean más sostenibles y brindar soluciones a una amplia gama de desafíos, como la gestión del agua, la movilidad sostenible, la seguridad, la gestión de residuos sólidos, el desarrollo de ciudades verdes, las energías renovables y la agricultura urbana.
Incluso antes de la pandemia de la COVID-19, las ciudades ya estaban desplegando la transformación digital y se caracterizaban por su impulso en la correcta toma de decisiones, tanto en el sector público. como en el privado. Sin embargo, una característica distintiva de la pandemia ha sido el papel que desempeñan Internet y las tecnologías digitales en el cambio de aspectos clave de la vida diaria, en particular en la educación y en el empleo, en línea. Ahora bien, aunque ha ayudado a aliviar algunos de los impactos de la COVID-19, este rápido cambio también ha renovado las preocupaciones sobre una creciente “brecha digital”. Siendo ahora más importantes que nunca el acceso a Internet, los ordenadores, los teléfonos móviles y otras tecnologías, abordar estas desigualdades es esencial para contar con una sociedad más justa. Es necesario garantizar que la expansión digital sea equitativa e inclusiva para que las capacidades y beneficios escalables y asequibles derivados de la tecnología puedan estar igualmente disponibles para los ciudadanos de las principales metrópolis, y de las ciudades y pueblos más pequeños. Todo ello a la vez que se implementan medidas adecuadas de protección en torno a la privacidad y a la libertad en internet.
Superar la brecha digital requiere la construcción de nueva infraestructura para apoyar las crecientes demandas de todos los grupos a raíz de la pandemia. Si bien en muchos hogares las familias se han enfrentado a una escasez de dispositivos para apoyar a los niños que deben hacer sus trabajos del colegio a la vez que los padres realizan los de su oficina, en otros muchos lugares directamente se carece de acceso a los servicios de Internet en general.
Si bien la tecnología puede mejorar el crecimiento económico, la productividad y la inclusión social, cuando se implementa de manera desigual en las ciudades puede crear una brecha digital que puede exacerbar la desigualdad. Esta división se caracteriza por vecindarios prósperos y distritos comerciales bien conectados que coexisten con vecindarios de bajos ingresos con servicios y conexiones insuficientes; situaciones de aislamiento o riesgo social entre los más jóvenes y de exclusión para los más mayores, ajenos al mundo de las nuevas tecnologías.
La situación derivada de la COVID-19 ha acelerado el proceso de digitalización, poniendo de relieve sus fortalezas y también sus carencias, tanto desde el punto de vista económico, como social y territorial. Durante estos meses de pandemia y confinamiento se ha hecho patente la capacidad y resiliencia de las redes de telecomunicaciones, se han consolidado los servicios audiovisuales digitales como bien de consumo generalizado, se ha instaurado el teletrabajo y se ha impulsado la digitalización de la educación.
También se ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar urgentemente la transformación digital, garantizando la accesibilidad del conjunto de la sociedad e impulsando la digitalización de las empresas –especialmente pymes y startups– y la industria, la I+D+i, así como la capacitación digital de la población, principalmente para las personas más mayores que encuentran en las nuevas tecnologías una barrera de integración en una sociedad cada vez más solitaria y en unas edades y quizás también lugares, especialmente vulnerables.
A través del Plan España Digital 2025, se han identificado un conjunto de medidas, reformas e inversiones estratégicas, alineadas con los parámetros establecidos por la Comisión Europea, para orientar un crecimiento más sostenible e inclusivo, impulsado por las sinergias de las transiciones digital y ecológica, que llegue al conjunto de la sociedad y que concilie las nuevas oportunidades que ofrece el mundo digital.
Este proceso de digitalización se configura como elemento fundamental para lograr la recuperación verde de la economía. La transformación digital de la sociedad y la economía es el puente entre innovación, productividad y sostenibilidad. Un ingrediente fundamental para lograr la implantación y desarrollo de los cambios que implica la transición ecológica el desarrollo de las políticas y la implementación de la normativa medioambiental.
METODOLOGÍA
El diálogo se centrará en el impulso de la digitalización y de la innovación tecnológica en las empresas e instituciones incluyendo el despliegue de la tecnología 5G y la aceleración del modelo productivo, con el objetivo de compartir ideas y propuestas para implementar la transformación digital y la innovación que persiguen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Nueva Agenda Urbana y la Agenda Urbana Española.
PREGUNTAS GUÍA
El moderador/a se centrará en las preguntas específicas que se detallan a continuación: